domingo, 14 de marzo de 2010

Como la refrescante agua del océano. Me haces sentir viva (literalmente) y nado en un mar de sueños por el dulce lago de tus ojos, descubriendo ese libre delfín de tu corazón, lleno de esa esencia invencible, con porciones en exceso de amor, con esa ligereza de pureza que la hace aun mas inigualable y sorprendente que cualquier sentir. Y despierto al tocar la belleza con la que tu alma envuelve mi corazón. Es inimaginable ir recorriendo todo lo que tu alma conforma, para así sorprenderme de lugares mágicos, con felicidad indescriptible, esa luz inextinguible con la que brilla cada parte de tu alma, es maravilloso y reconfortan te observar tanta belleza en ti.

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